La presidenta de la Diputación ha sido asesinada. Con su cuerpo todavía caliente bajo una sábana en el lugar donde fue tiroteada, se suceden las declaraciones de condena, las lágrimas y los lamentos. Parecería obvio cuestionarse quién desearía su muerte o quiénes podrían ser sus enemigos, para tratar de esclarecer el crimen. Curiosamente, una vez […]