Miedo a las sombras de plástico
Dicen que con los años uno aprende a distinguir los miedos reales de los imaginarios. Sin embargo, hay terrores que se resisten a jubilarse. Los de plástico, por ejemplo. Como, para mí, esa Nancy patinadora o la Mariquita Pérez que vigilan desde el pasillo con una sonrisa inmóvil, regalos de la madre de Fidel y […]