A tope de musicales

Ratoncitos animados aprendices de mago, niñas perdidas caminando con espantapájaros, guerras de bandas, niñeras traficantes de drogas, problemas de copyright en la industria musical, historias de amor intensitas entre personas de distintas clases sociales y escaparates, gárgolas parlantes y muñecos de tela. En este nuevo programa grabado en tiempos difíciles damos un repaso a nuestros títulos favoritos del género musical o como nos gusta llamarlo: la sublimación del cine espectáculo, del melodrama romántico, de la música, el arte y la vida en general. Un género que a todo aquel que lo disfruta le ayuda a hacer más soportable el mundo y sus pequeñas y grandes tragedias cotidianas —salvo excepciones bajoneras que no evitamos mencionar porque no todo va a ser reivindicar la felicidad forzada—. Si Mark Duplass puede hacer un musical divertido sobre el COVID-19 tal como Chris Columbus ya hizo uno sobre drogadictos y enfermos de SIDA, el cielo es el límite para los musicales, como diría el filósofo de altura C. Blanco en su explosivo ensayo de los años setenta.